Asistencia obligatoria - Lluis Miquel Hurtado

Y me parece mentira que, tras lo llovido, aún no hayamos alcanzado una solución. Plan Bolonia: clases obligatorias. Vale, perfecto. ¿Y a los que trabajamos, qué?
Pagamos la matrícula, es decir, pagamos a una serie de profesores para que nos ofrezcan en su horario (sí, al mismo al que suelen fallar, algunos en la URJC más que una escopeta de feria) una serie de conocimientos que nos permitan aprobar la asignatura y, a la postre, afrontar en condiciones el mundo laboral. Al mismo tiempo, aquellos que ya nos estamos enfrentando al mundo laboral (algunos con contratos de prácticas - véase trabajo 'low cost' encubierto - firmados por la URJC) nos encontramos ante la imposibilidad de asistir a todas las clases, la impasibilidad de algunos profesores que se llevan nuestra pasta suspendiéndonos y puteándonos la vida y la impotencia ante la nula defensa que nos ofrece la universidad ante tales actitudes.
La universidad no puede ser una escuela pública. El fenómeno de la movilidad estudiantil, aquella que tanto se esfuerzan en promover organismos como la URJC, trae consigo, en la mayoría de casos, la necesidad de buscarse un empleo para correr con los gastos de la vida. Porque ni una beca Erasmus ni una Séneca dan dinero suficiente. Después de todo el esfuerzo por lograr llegar a la URJC, te encuentras con un suspenso inevitable porque el profesor de marras no piensa evaluarte a menos que asistas a todas las clases. Ni alternativa (aunque aprobar así suponga un esfuerzo mayor que el de los que asisten a clase) ni persona humana alguna en la plantilla profesional de la URJC que ofrezca un mínimo de comprensión. Te jodes, nos quedamos con la pasta de tu matrícula y no tienes alternativa para sacarte una carrera universitaria. Porqué así es Bolonia y así somos nosotros.

Si no eres hijo de papá, que te dén por culo.

1 comentaris:

Anónimo dijo...

Haz como hacen muchos otros/as, trabaja por las mañanas y estudia en turno de tarde, trabaja por las noches o los fines de semana. Alternativas existen... Recuerda, querer es poder.