Ha sido un motivo de discusión en clases de Comunicación Política: el papel de las redes sociales, especialmente Facebook, tanto en la precampaña como en la campaña electoral que llevó a Barack Obama a la presidencia de los Estados Unidos. También ha resultado inevitable vincular el uso de Twitter durante las revueltas sociales que sucedieron tras las elecciones presidenciales de Irán.
La URJC, en otro gesto ejemplarizante, veta desde sus ordenadores el acceso a las principales redes sociales de Internet. Que el sistema que 'capa' estos contenidos sea tan estúpido que estos son fácilmente eludibles no debe hacernos olvidar el dato: el adalid de las libertades públicas, una aspirante a Facultad de comunicación mediocre (hay que reconocer que estamos a años luz de ser socialmente una Universidad), que propugna la libertad de opinión y los valores de la comunicación libre a los cuatro vientos siempre que toca salir al estrado, prohíbe a sus alumnos utilizar las principales herramientas de comunicación que se han desarrollado durante estos últimos años y que cuyo éxito ha resultado determinante en algunos de los sucesos más importantes de este principio de siglo.
En un recuerdo remoto de aquellos tiempos pasados en los que florecieron los ICQ, mIRC y Microsoft Chat, época de un prehistórico rechazo inicial de nuestros mayores respecto las nuevas tecnologías, un cartel recuerda, en todas las mesas de la sala de informática de la biblioteca del Campus de Fuenlabrada, que está prohibido 'chatear' con los ordenadores.
Hay que joderse.
2 comentaris:
Estoy totalmente de acuerdo contigo: es pura contradicción!
Un abrazo
Yo estoy de acuerdo, sólo en parte. Lo que no puede ser es que vaya a la biblioteca para utilizar mi correo eléctronico como herramienta de trabajo, a escribir un trabajo, buscar información en internet... etc. Y haya personas ocupando horas y horas los ordenadores comentando fotos de sus amigos en facebook y tengas que darte la vuelta porque no hay sitio disponible.
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